domingo, 20 de octubre de 2013

Reacciones de los Niños y Adolescentes en Situaciones de Desastres


LA INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA CON NIÑOS Y ADOLESCENTES EN DESASTRES NATURALES 
 Conozcamos las principales características así como las reacciones psicológicas esperadas en los niños y adolescentes, agrupándolos por etapas educativas  (infantil, primaria y secundaria), con las recomendaciones básicas para su atención.

Etapa educativa       
Alumnado  de Educación  Infantil (segundo ciclo).
Edad: 3‐5 años
Características generales
  • Son más vulnerables a la desorganización de su mundo seguro y estable. 
  • Presentan inmadurez verbal. 
  • Necesitan el afecto, contacto y consuelo de los adultos. 
  • Aprenden por imitación e identificación, por lo que les afecta mucho las reacciones de sus padres y de otros miembros de su familia. 
  • Están en la fase del pensamiento mágico (si se desea algo, ocurre). 
  • Posee unos intereses concretos. Su pensamiento es intuitivo y egocéntrico.
  • La conciencia del tiempo y el espacio es concreta. No comprenden el sentido de pérdida permanente.
Reacciones posibles:
  • Miedos
  • Intenso miedo e inseguridad (especial miedo a encontrarse solos o ser abandonados). Temor exagerado por cualquier estímulo, especialmente a los que recuerdan el suceso. 
  • Miedo a la gente o a los extraños. 
  • Miedo a la oscuridad o a los animales.
  •  Regresiones 
  • Vuelven a: ser quejosos, chuparse el dedo, no controlar esfínteres, dormir con los padres, pedir que se les dé de comer o se les vista…). 
  • Mayor dependencia de los adultos: no quieren perder de vista a los padres, estar con ellos les hace sentirse seguros y a salvo.
  •  Quieren que se les coja y se les lleve en brazos. 
Problemas con el sueño
  •  Dificultades con todo lo relacionado con el sueño: problemas para irse a la cama. Puede no querer dormir en su habitación ni dormir solo. Despertares nocturnos llorando, asustado, con pesadillas o terrores nocturnos 
Otros:
  • Cambios en el comportamiento, pasividad, irritabilidad, inquietud. Dolor de cabeza u otras somatizaciones
  • Rechazo a la escuela. 
  • Problemas con la alimentación: se niegan a comer, vómitos, rechazo, etc. 
  • Juegan repetidamente al suceso traumático. 
  • Miedos específicos: a seres o situaciones reales (animales u oscuridad), o fantásticas (brujas, diablo, etc.).
Orientaciones
  • El retorno a las rutinas diarias ayudará a volver a las adquisiciones anteriormente adquiridas y a la reorganización de su mundo. Esto le hará sentirse de nuevo seguro y confiado. 
  •  Las pesadillas son una válvula de escape de la ansiedad y conflictos. 
  • Pero hay que tener en cuenta que a edades tempranas el niño no distingue entre realidad y la fantasía, por ello los padres deben mostrarse más comprensivos y flexibles, permitiendo una luz encendida por la noche, pasando más tiempo con él a la hora de acostarse, etc.. 
  • Es preciso dar seguridad y afecto dando más muestras de cariño y consuelo. 
  • Es perjudicial la exposición repetida al suceso traumático por lo que se debe evitar que vea y/o escuche continuamente noticias sobre la catástrofe. 
  • Los padres y otras personas de referencia como los maestros influyen en la percepción de la crisis por los niños por lo que deben transmitir seguridad, tranquilidad y confianza.

Etapa educativa
Educación Primaria 
Edad : 6 - 11 años

Características generales:
  • Los niños entre los 6‐8 años todavía se encuentran en una etapa difícil para asumir un incidente crítico. La mayoría son conscientes de las consecuencias, pero no tienen estrategias de afrontamiento adecuadas. 
  • Las reacciones predominantes son el miedo y la ansiedad. Su intensidad aumentará cuando advierten peligro para ellos, su familia y sus amigos. 
  • Estas reacciones son esperables, por lo tanto normales, y generalmente duran de 3 a 6 semanas. En cualquier caso es preciso observar su evolución. La vuelta a las rutinas diarias lo más pronto posible ayuda a que se superen.
Reacciones posibles:
  • Rabia, impotencia, tristeza, inseguridad, ansiedad, desprotección, culpabilidad, etc. Pérdida temporal del mundo como algo seguro y predecible: se dan cuenta de que su vida puede cambiar bruscamente por un suceso como el vivido. 
  • La pérdida de las rutinas diarias aumenta su ansiedad. 
  • Aparición del tema del desastre en sus conversaciones, juegos, dibujos… 
  • Dificultades con el sueño: no pueden conciliarlo, pesadillas, despertares nocturnos. 
  • Falta de apetito. 
  • Síntomas físicos: dolor de cabeza, nauseas, vómitos, sarpullidos o erupciones… 
  • Pueden aparecer comportamientos regresivos: apego excesivo a los padres, no querer dormir solo, enuresis, problemas de lenguaje… 
  •  Llanto, gritos, irritabilidad, agresividad, sentimientos de culpa o suposición de que el desastre sucedió por un comportamiento o pensamiento previo.
  • Retraimiento o timidez.  
  • Confusión (perplejidad) y desorientación. 
  •  Juegan repetidamente al suceso traumático 
  • El miedo y la ansiedad se asocian a determinados lugares ligados con el desastre, o a determinadas horas del día, a sonidos fuertes o vibraciones, oscuridad, quedarse solos, a que se vuelva a repetir el suceso.
  • Disminución del rendimiento escolar. Incluso algunos no quieren ir al colegio.
  • Problemas de concentración en las tareas escolares. 
  • Problemas de disciplina e inquietud, incluso hiperactividad.
Orientaciones
  • Animarle a que hable y comparta sus pensamientos  y  sentimientos.  Que se sienta  comprendido, respetando sus  sentimientos  y  brindándole apoyo emocional. 
  • Retomar  la  rutina  diaria  lo  antes posible.  Transmitirle  seguridad  no perdiendo el control ni la esperanza. 
  • Hablarle  con naturalidad, utilizando un  tono  emocional  adecuado. Contestar sinceramente a todas sus preguntas. 
  • Ayudarle a separar lo real de lo que no  lo  es.  Informarle  sobre  lo ocurrido  pero sin  dar  explicaciones excesivas. 
  • Evitar  que  escuche  continuamente noticias sobre la catástrofe. 
  • Informarle y hacerle partícipe de los proyectos  familiares  y  de  la posibilidad de restaurar las pérdidas.
Etapa educativa 
Educación Secundaria  
 Edad 12 a 18 años.

Características generales:
  • En virtud de la crisis esencial de la adolescencia esta edad es vulnerable para sufrir los impactos de una realidad frustrante. Será preciso observar la evolución de lo que podría ser una reacción esperable o normal al acontecimiento, que generalmente dura de 3 a 6 semanas.
Reacciones posibles:
  • Confusión  y  desorientación.  Puede  parecer  ausente  o distraído. 
  • Rechazo a hablar y aislamiento. 
  • Insensibilidad emocional, apatía 
  • Pérdida de apetito. 
  • Problemas  de  sueño  (insomnio,  pesadillas,  despertares nocturnos, etc.). 
  • Somatizaciones: dolores de cabeza y/o de otras partes del cuerpo.  
  • Pérdida  de  interés  por  las  actividades  que  normalmente hacía. 
  • Rebelión contra la familia o la autoridad en general.  
  • Problemas  de  comportamiento.  Rechazo  a  la  escuela. 
  • Huida de la casa 
Orientaciones
Son válidas las orientaciones establecidas en la etapa anterior adaptándolas a la edad del adolescente. Se les debe dar mayor autonomía y protagonismo: comunicarles y hacerles partícipes de las decisiones que se tomen en la familia y apelar a su sentido de responsabilidad y colaboración.

La intervención psicológica con niños y adolescentes en crisis traumáticas.
Los menores, necesitan de la seguridad y afecto que les proporcionan sus figuras de apego familiares así como otros miembros de la comunidad (amigos, profesores,…).

Por ello ofrecerles un entorno vital seguro y normalizado donde recuperar o restablecer sus rutinas diarias es fundamental.

Los adultos tienen la responsabilidad de ayudar al reequilibrio emocional de niños y adolescentes, por ello la intervención psicológica se debe hacer tanto directamente con los menores como indirectamente a través de pautas y orientaciones a la familia y a los propios profesores dada la influencia que ejercen en ellos.

De modo general, si nos atenemos a estudios, investigaciones y recomendaciones de instituciones de carácter internacional, como las elaboradas por el el Comité Permanente entre Organismos para la ayuda humanitaria (IASC, 2007), cualquier intervención “a posteriori” tras el impacto del desastre ha de comenzar por ofrecer un entorno seguro en el que se pueda animar a los niños a hablar sobre lo ocurrido (sin forzarles a ello), a plasmarlo de diferentes modos (en textos, dibujos y juegos) y compartirlo con los demás. Junto a profesionales especializados, los padres y profesores pueden contribuir a que el niño exteriorice de forma controlada sus sentimientos y pensamientos en relación a la situación vivida, a clarificar sus dudas y confusiones y a calmar sus miedos en un contexto de confianza y seguridad. Además de expresar sus vivencias los niños precisan integrarlas en su configuración del mundo y reconstruir un entorno vital de nuevo seguro. A tal fin se les han de ofrecer aclaraciones sobre el suceso y las circunstancias que viven en la actualidad, así como responder a sus preguntas con tacto, pero con veracidad. Se trata de evitar que rumores, supersticiones y otras creencias infundadas puedan acrecentar el trauma del niño haciéndole pensar que tiene algún tipo de culpa o responsabilidad en lo ocurrido, que el desastre responde a algún tipo de castigo o cualquier otra explicación fantástica o mágica que acreciente sus miedos.

Del mismo modo, se ayuda a los niños a restablecer la confianza y seguridad si se les dan consejos e indicaciones de cómo protegerse y actuar en caso de repetirse el desastre. También padres y profesores pueden colaborar ofreciendo estos mensajes e informaciones en un lenguaje adecuado a la edad, características y circunstancias del niño. Este tipo de actuaciones mejoran la percepción de niños y adultos acerca de su capacidad de afrontamiento de la crisis y favorece que puedan ayudar y ser solidarios con otros.

Modelos psicológicos de intervención en crisis causadas por desastres

Los modelos de intervención psicológica en desastres se determinan atendiendo a distintos factores.
Según el modelo de Inbar (1994) reconoce dos variables que permiten organizar y diferenciar esta intervención: en qué momento se produce (fases de preadvertencia, advertencia, impacto y post impacto) y a quién va dirigida (individuo, familia, comunidad y organizaciones como colegios, instituciones de emergencia, de seguridad, de salud etc.).

Según Vernverg y Vogel (1993) proponen tres fases principales:
a) Fase de preparación pre‐desastre: periodo anterior al desastre en el que se realizan actuaciones de previsión, planificación y formación para facilitar a los niños y su entorno estrategias y herramientas para hacer frente a la situación de crisis.
b) Fase de impacto o de recuperación a corto plazo: periodo que va desde que ocurre el desastre hasta aproximadamente 3 meses después. Se trata de realizar intervenciones para restablecer el equilibrio psicológico de los niños ofreciendo la primera ayuda psicológica. 
c) Fase de postimpacto: periodo que abarca desde los 3 primeros meses del desastre hasta los 2 primeros años. Se realizan actuaciones para ayudar de modo especializado a aquellos niños que siguen mostrándose muy afectados.

  FASES                                ACTUACIÓN                             DESTINATARIOS 
Pre‐impacto                            PREVISIÓN                                            Menor

Impacto                               INTERVENCIÓN                                      Familia

Post‐impacto                        RECUPERACIÓN                              Comunidad escolar

                                                                                                          Comunidad

Según Slaikeu (1996) sugiere que un modelo de intervención en  crisis debe  considerar  cuatro elementos o  variables:  la duración,  los objetivos,  la evaluación de las capacidades y dificultades del sujeto y la persona que ayudará en la crisis.
Las estrategias y actuaciones variarán para  cada elemento en función de si se trata  de  intervenciones  de  primer  orden  (en  los  minutos  y  horas  inmediatamente posteriores  al  desastre)  o  de  segundo  orden  (semanas  o  meses  después).

    TIPO DE 
INTERVENCIÓN      MOMENTO         FINALIDAD                ACTUACIONES
PSICOLÓGICA                    
 De primer orden     Momentos             Proporcionar  los       ‐Ofrecer  un  entorno  seguro.
                              inmediatamente     “primeros  auxilios      ‐Transmitir seguridad y dar
                             posteriores  al          psicológicos”             información acerca de lo que esta
                             desastre:                                                 ocurriendo.
                             primeros minutos                                    ‐Facilitar la conexión con apoyos
                             y horas.                                                  sociales


De segundo orden  De  los  primeros        Ayudar  a  los       ‐Ayudar  para  que  los  afectados
                            días a los tres meses    afectados  a          retomen sus actividades cotidianas.
                            aproximadamente.       reorganizarse        ‐Informar sobre cómo actuar ante las
                                                             hacia la salud        adversidades para reducir la angustia
                                                             el crecimiento y     y  promover  el  funcionamiento
                                                             evitar una              adaptativo
                                                             reorganización       ‐Seguimiento de los más afectados
                                                             patológica



Referencias Bibliográficas
  •   Inbar, Vernverg y Vogel (1993) Modelo de intervención psicológica con niños y adolescentes en crisis, Recuperado de :


Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis A.C.

Centro Internacional de Psicotraumatología-International Psychotraumatology Center
¿QUIÉNES SOMOS?

Haga click en la imagen para ingresar
Somos un grupo de profesionales en salud mental; Entrenados y Certificados con Reconocimiento Internacional en diversas aproximaciones, modernas, rápidas y altamente efectivas; para atender dentro de un Continuo de Servicios en Salud Mental, a los y las sobrevivientes de eventos potencialmente traumáticos; como víctimas del delito y la violencia en todas sus formas y manifestaciones.
¿EN QUÉ ETAPAS DEL INCIDENTE CRÍTICO INTERVENIMOS?
Con las Metodologías para Intervención Psicológica Temprana, intervenimos:
Antes del Incidente. Brindando Instrucción Académica a auxiliadores y profesionales en salud mental.

Después del Incidente. Dando soporte en la escena, con protocolos de Manejo de Estrés en Incidentes Críticos (durante las primeras 72 horas después del incidente, o en cuanto sea posible llegar al sitio). Tanto a víctimas primarias (las personas directamente afectadas), como secundarias (familiares y amigos cercanos de las víctimas primarias) y terciarias (auxiliadores).

Con el modelo Psicoterapéutico EMDR:

Intervenimos brindando atención psicoterapéutica a los sobrevivientes y auxiliadores que presentansíntomas de Trauma Psicológico Complejo.

También intervenimos entrenando gratuitamente a los profesionales en Salud Mental de la comunidad afectada, con el objetivo de formar una Comunidad Clínica Certificada y preparada con estándares internacionales,para hacer frente al impacto psicoemocional que causan incidentes críticos como desastres naturales o provocados por el hombre, así como la violencia cotidiana en todas sus formas y manifestaciones.

PROTOCOLO DEL DIBUJO LIBRE

SE RECOMIENDA PARA GRUPOS GRANDES.
PREVIO A ESTE PROTOCOLO, HACER EL PROTOCOLO BÁSICO.

Personal y materiales.
  • Un facilitador (profesional en salud mental) y por lo menos un asistente (Cuerpo de Protección Emocional) por cada grupo de 15 a 20 niños.
  • Si son pocos terapeutas, los grupos pueden ser más grandes.
  • Papel y crayones.
  • Tablas o escritorios, de ser posible.
Procedimiento.
  • Pedirle permiso a los papás para que dejen participar a sus hijos. Explicarles que nuestro trabajo solo parece un juego, pero que es muy importante para la salud mental de sus hijos.
  • Hacer los grupos tan homogéneos en edad como sea posible.
  • Sentar a los niños en círculo y repartirles una hoja blanca y una crayola a cada uno.
  • Pedirle a los niños que escriban su nombre y edad en cada hoja de papel (en letras chiquitas, para que no ocupen toda la hoja). Si los niños no saben escribir, los miembros del CPE lo harán por ellos.
  • Pedirle a los niños que dibujen lo que quieran.
Nota: Los integrantes del CPE (Cuerpo de Protección Emocional) tendrán más hojas blancas y crayolas en una bolsa de plástico.
  • Se les darán más hojas blancas a los niños, conforme ellos entreguen sus dibujos (deben de usar los dos lados de las hojas) con sus nombres y edades (el objetivo es cuidar que se emplee correctamente el material, que de por sí es escaso en esas circunstancias).
  • Si quieren otra crayola, le regresan al terapeuta la que estaban usando, se les da la nueva y así sucesivamente (El objetivo es mantener un contacto continuo con los niños). Los integrantes del CPE deben de numerar los dibujos en el orden en que fueron dibujados, con el objeto de estudiar más tarde el procesamiento del material traumático.
  • Conforme los niños dibujan, los integrantes del CPE los observan, pasando por detrás de ellos constantemente.
  • Si a criterio de los integrantes del CPE, los dibujos pueden representar angustia, miedo, enojo, tristeza, etc. (solo uso de color negro, caóticos, solo rayones, solo genitales, omisión de manos, omisión de dedos, cabeza sin detalles.). Se colocan atrás del niño (en cuclillas o sentado) y le hace taping en los hombros (EMDR: Estimulación bilateral) mientras que el niño dibuja. Solo eso. Sin hablar y sin dar ninguna explicación no pedida del por que del taping (dado que los niños se encuentran en ese momento preciso en un nivel emocional, no es deseable llevarlos mediante explicaciones no solicitadas, a un nivel cognitivo). Por otra parte, los niños experimentan el taping como una muestra de afecto por parte del terapeuta). Si llegan a preguntar el por que del taping, se les puede decir: "Para que te sientas mejor"
  • Cuando el niño haya terminado, se le puede preguntar que dibujó. Si el niño no contesta, no importa, puede hacer otro dibujo y el terapeuta sigue haciéndole taping en los hombros (EMDR: Estimulación bilateral)
  • Si después de 5-7 dibujos no hay cambio, se debe de identificar perfectamente a ese niño, para posteriormente trabajar de forma individual con él, siguiendo los protocolos establecidos de EMDR.
  • La duración de este ejercicio es de 20 a 30 minutos, pero el grupo es el que da la pauta sobre la duración.
Al terminar. Todos los niños regresan las crayolas y los integrantes del CPE guardan todos los dibujos, cerciorándose de que tengan nombre y edad. Esto es importante para posteriormente estudiar los dibujos e identificar a los niños que de acuerdo a nuestro criterio necesitan terapia individualcon EMDR.

  • El/la terapeuta les pide que cierren los ojos y se vayan a su lugar seguro, empleando el ancla que se utilizó en el protocolo básico: "botón invisible", taping en las rodillas o "abrazo de la mariposa o del amor a sí mismo" (NLP: El objetivo es reforzar el ancla). Este ejercicio dura 1 minuto aproximadamente.
  • Por último, El/la terapeuta les dice que respiren profundamente tres veces y que abran los ojos.

EL ABRAZO DE LA MARIPOSA

El Abrazo de la Mariposa fue originado y desarrollado por Lucina (Lucy) Artigas, M.A, M.T. (Fundadora de nuestra Asociación), durante el trabajo realizado en Acapulco, Guerrero (México), con los sobrevivientes del huracán Paulina en 1997. (Artigas et al. 2000; Boel, 1999).

Por la creación y el desarrollo del Abrazo de la Mariposa, Lucina Artigas fue honrada con el Premio a la Innovación Creativa de la EMDR International Association (EMDRIA), en el año 2000.

El Abrazo de la Mariposa, es una Estimulación de Atención Dual (EAD) que consiste en cruzar los brazos sobre el pecho. La punta del dedo medio de cada mano debe de quedar bajo la clavícula y el resto de los dedos y la mano deben de cubrir el área que se encuentra debajo de la unión de la clavícula con el hombro y de la clavícula con el esternón, para ello, mano y dedos deben de estar lo más verticalmente posible (los dedos dirigidos hacia el cuello y NO hacia los brazos). Una vez hecho esto, se pueden entrelazar los dedos pulgares (formando el cuerpo de la mariposa) y los otros dedos formarán sus alas.

El abrazo de la Mariposa estimula diversos puntos de acupuntura: Meridiano del Riñón 23,24,25,26 y 27 y Meridiano del Estómago 13,14,15,16 y 17. Cada uno de ellos con muchos beneficios.

Se pueden cerrar los ojos o tenerlos semicerrados, viendo hacia la punta de la nariz.
A continuación, se mueven las manos en un ritmo alternado, como si fuera el aleteo de una mariposa.

Se respira suave y profundamente (respiración abdominal); mientras se observa lo que pasa por la mente y por el cuerpo (pensamientos, imágenes, sonidos, olores, afectos y sensaciones físicas). Sin cambiarlo, sin juzgarlo y sin reprimirlo. Como si observaran nubes que pasan en el cielo.
La duración de este ejercicio la elige el paciente / cliente.

Este método puede ser empleado en varios contextos, por ejemplo:
  • Para instalar el “Lugar Seguro/Tranquilo,” cuando haya que hacer estimulación bilateral (EB).
  • Para instalar afectos, cogniciones y sensaciones físicas positivas; asociadas con imágenes producidas por cualquier técnica o protocolo de desarrollo de recursos cuando haya que hacer estimulación bilateral (EB).
  • Durante el protocolo estándar de EMDR con niños y adultos, con el fin de facilitar el reprocesamiento de una o varias memorias traumáticas. Se piensa que el control que ejerce el paciente /cliente sobre su propia estimulación contralateral, puede ser un factor de empoderamiento que ayuda a la retención de la sensación de seguridad; mientras se procesan las memorias traumáticas.
  • Durante la exposición en vivo para procesar la experiencia. En la región guatemalteca del Quiché, las personas que presenciaron la inhumación de sus familiares, usan el Abrazo de la Mariposa para auto confortarse y enfrentar la experiencia.
  • Durante el Protocolo Grupal e Integrativo con EMDR empleado para trabajar con niños y adultos sobrevivientes de eventos traumáticos como desastres naturales o provocados por el hombre, cuando el grupo está procesando el mismo evento. (Aduriz et al 2009; Jarero et al 1999; Jarero et al 2006; Jarero, et al 2008; Jarero & Artigas, 2009).
  • Con niños palestinos en un campo para refugiados en la ciudad de Belem, el Protocolo Grupal e Integrativo con EMDR con el Abrazo de la Mariposa, pareció fortalecer la resiliencia de 8 niños expuestos a trauma de guerra continuado (Zaghrout-Hodali, Alissa, & Dodgson, 2008).
La Dra. Francine Shapiro (2001) menciona: “El Abrazo de la Mariposa se ha empleado con éxito para tratar grupos de niños traumatizados en México, Nicaragua y en los campos de refugiados de Kosovar” (P. 284).

  • Se ha observado que el empleo del Abrazo de la Mariposa durante la sesión clínica es auto-tranquilizante para muchos pacientes. Terapeutas han reportado el uso de este método simultáneamente con sus pacientes como una ayuda para prevenir la traumatización secundaria.
Una vez que los pacientes/clientes (adultos o niños), han aprendido este método, el profesional en salud mental puede instruirlos para que lo apliquen entre sesiones, ya sea para modular cualquier emoción perturbadora que aparezca o para regresar al “Lugar Seguro/Tranquilo”.
Otros clínicos han empleado este método como substitución para tocar a los clientes / pacientes, diciéndoles: “Por favor, date un Abrazo de la Mariposa por mí”.

Clínicos han reportado que emplean el Abrazo de la Mariposa con clientes con egos debilitados; pues produce menos abreacción que otras técnicas de estimulación bilateral.
Maestras en una escuela en Guatemala, de niños cuya vivencia con su padre biológico es de desamor y de violencia; les dicen que pueden sentir el amor de su Padre Dios a través del Abrazo de la Mariposa.
En la tragedia de los 65 mineros muertos en Pasta de Conchos, Coahuila (México). Un paramédico logró estabilizar y salvarle la vida a un ingeniero en minas que empezaba a sufrir un infarto, pidiéndole que hiciera el Abrazo de la Mariposa.
Para Esti Bar-Sade (2009), “el Abrazo de la Mariposa se convierte en una clave/ancla de apego, pues está conectado al suave toque de mamá o papá, o a “un buen abrazo de amor”. (P. 292).

Visitar para mayor información estas páginas
Referencia bibliográfica:

http://www.qi-journal.com/TCMarticles/acumodel/AcuModel.asp
http://www.amamecrisis.com.mx/

1 comentario:

  1. Es importante la intervencion de un psicologo para atender estos tipos de casos, ya que los niños despues de un desastre se sientes desorientados, sin embargo la ayuda de un profesional los alentara a seguir a adelante y a superar las diferentes adversidades que debera afrontar.

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